De la tierra las entrañas y de estas la vida,
la vida que corre y corre sin mirar llama a algunas amigas,
el viento soplante trae consigo lágrimas de los Dioses,
Dioses olvidados; el cielo y sus templos desangrados en rezos.
Mi sangre será derramada sin importancia alguna,
pero me siento en paz, la tumba misma se llevará mi carne a aquellos olvidados tiempos.
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