Mis muertos no necesitaron morir para estar muertos, ellos me asesinaron, luego se suicidaron.
Ahora que mis carnes están desgarradas, mi mandíbula dislocada y mis huesos rotos, gritare, le gritare a la vida, en mil idiomas, con mil movimientos, con mil dolores.
A la vida, a los traidores, a los olvidadizos, a mis asesinos.
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