Negado y rechazado, desde el primer día; Ellos le temen al fuego, temen ver como me quemo, mis pedacitos están tirados y ya no nos interesa volver a armarnos.
Me deshice del alma, ahora estoy aquí, absuelto de toda culpa
lleno de dolores, pero sin arrepentimientos.
He sido yo mismo, pero me perdí(erón).
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