Tomaste mi alma sin devolverla
sentí que moría entre un mar de placeres y lagrimas
me perdí en el paraíso ambiguo más retrogrado y pecaminoso
había olvidado el secreto que tenía conmigo mismo
el secreto que me costo recordar, pero que ahora tengo
y es que, yo no tengo alma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario