He visto a muchas personas caminar, misteriosas y adornadas de discursos tan llenos de glamour y un inmenso amor que llenaría de felicidad al más débil, lindas portadas ocultando cientos de paginas sin palabra alguna. He conocido un sin fin de ladrones y mentirosos que viven como los más hermosos hongos, tan llenos de un exquisito veneno que se propaga por todo un jardín de emociones, sin embargo, no puedo contar como es que resulta ser tan letal ante algunos habitantes de estos prados que se tornan tenebrosos y oscuros cada noche estrellada. Es la elegancia más cruel que jamás podría contarse, no existe ser vivo capaz que resistirse ante esta fatal belleza genuina y dictada por las leyes naturales. Veo desaparecer cada organismo colorido en un duro mar de secas hojas que ya no dan abasto.
¿Les importa?
Por mi parte me considero una victima de los tiempos fugaces que logró entender que no existe el bien, tampoco la maldad, solo el destino embustero capaz de crear las más frágiles ilusiones, y que solo así podremos comprender el secreto de la destrucción.
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